¡He aquí los días soleados del noviazgo! Él llama todos los días, va por el camino más largo cuando le acompaña a su casa cada noche. Él hace todo lo posible para colmarle de atención.
Ella tiene mucho cuidado de verse bonita para él, tal vez le guisa una comida especial, y hace todo posible para demostrarle que le encanta las atenciones. Eventualmente, todas esas atenciones llevan a una propuesta, y una aceptación, de matrimonio. ¡Qué comience una vida de gozo inefable!
Pero al pasar los años esta pareja comienza a actuar de otra manera. En mil maneras paran de vivir como si de veras se quieren. Sin atenciones, viven en mundos separados, solo tocan sus mundos opuestos cuando es necesario, y en algunos casos se evitan completamente. Tal descuido es peligroso para cualquier matrimonio.
Dos palabras nos ayudarán a entender “atento”: consideración y concienciación.
Consideración quiere decir pensando que como sus acciones afectarán su esposo o esposa. Para usar unos ejemplos sencillos, si deja su ropa sucia regado por todo el cuarto, ¿quién la va a levantar? Si siempre te despiertas tarde, ¿cómo afectaría eso su cónyuge y sus hijos?
Concienciación quiere decir buscando maneras de hacer la vida tan fácil posible para su pareja.Cónyuges concienzudos (das) buscan maneras de ayudar al otro, aún en cosas pequeñas. Desarrollan el hábito de ayudar.
Es muy humano llegar a ser descuidado, de solo pensar en uno mismo y no en el cónyuge. Pero cuando Jesús nos hace nuevos, pone su vida en nosotros. Esa nueva vida nos ayuda a ver a otros de una manera nueva. Ya queremos lo mejor para otros, no solo para nosotros. “…no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros”. (Filipenses 2:4)
¿Por qué llegamos a dejar de ser atentos? Consideren estas dos razones comunes:
Ira y falta de perdón no resueltos
Usted conoce bien la historia. Su esposo o esposa le hace enojar. No dice nada, pero comienza a mandar señas. ¿Cómo? Actúa como si su cónyuge ya no le importa a usted. En muchas maneras pequeñas, da señales de su desagrado. Por ignorar o aislar a su esposo o esposa, está tratando de castigarlo(a).
¡La vida se vuelve loca!
Claro que así es, pero atenciones y consideración comprueba que no hemos perdido la importancia y realidad de nuestro matrimonio. Cónyuges sabios no dejan que el hecho de ser ocupados cause descuido. En vez de descuidar, piensan en maneras de hacer la vida más fácil para el otro, y piensan acerca de cómo sus decisiones y acciones afectarán los demás miembros de su familia.
¿Flores o quehaceres?
Bob Keeshan, un artista de niños, dice: “Atención es como un ramo diario de flores”. A cierto grado, tiene razón. Pero la atención es mucho más práctico que un ramo de flores. (¡Y no es que un ramo de flores no es buena idea, muchachos!) A veces un hombre que compra flores las usa como excusa por su negligencia en expresiones de atención. Pregunte a cualquier mujer si preferiría un esposo que le compraría flores o un esposo que levantara su ropa sucia, y ella le dirá, “¿Por qué tengo que escoger? Las flores tocan mi alma de una manera, pero un hombre que piensa lo suficiente de mí para hacerme la vida más fácil en verdad llega a mi corazón”.
Yo reconozco que hay mucha discusión acerca de los diferentes lenguajes del amor, pero déjenme proponer algo radical. ¿Supongan que Dios es suficientemente poderoso para ayudarnos a expresar el amor de muchas maneras, y no solo de una o dos? Si es tan poderoso, entonces podemos experimentar la satisfacción de ser amantes a tal grado que no hubiera sido posible sin su vida en nosotros.
Piensen, actúen, oren
- La consideración quiere decir pensando acerca de cómo sus acciones afectarán su cónyuge. Escriba algunas maneras en que puede demostrar su consideración el uno por el otro.
- Concienciación quiere decir encontrar maneras de hacer la vida lo más fácil posible para su cónyuge. ¿Qué son algunas posibles razones por no estar concienzudo a las necesidades y los problemas de su cónyuge?
- ¿Ha preguntado alguna vez a su cónyuge qué podría hacer para hacer su vida más fácil? ¿Por qué no tomar unos momentos, hoy mismo, para hacer esa pregunta el uno del otro. Use esta frase para comenzar: “Me ayudaría si tu . . . ”