El matrimonio es una relación construida por promesas mutuas, y establecida por esas promesas. ¿Pero si no cumplimos con las promesas? Entonces, claro que la relación es inestable. Esposo y esposa se sienten pintores parados en un tablón que está sujetado por dos escaleras tambaleantes. Experimentan tensión e inseguridad constante.
La confianza traicionada es parecida a una herida seria. Duele, es profundo, y toma tiempo curarla. Aún con sanación total, hay sensibilidad. Por esa razón, es mejor no traicionar en primer lugar. Si la relación es muy íntima, hay más potencial para que la confianza traicionada cause dolor profundo y duradero.
Confianza traicionada lleva a consecuencias muy desagradables:
- Puede que perdamos nuestra franqueza. Infidelidad nos lastima tanto que retiramos y nos encerramos entre sí. Por los años desarrollamos capa encima de capa de defensa, como la ostra produciendo la perla. ¿El resultado? Dos personas, tan duro como el mármol el uno al otro.
- Puede que tramemos retaliación. Lastimados por la infidelidad, tramamos venganza. La venganza toma muchas formas. Ya no cooperamos, ni comunicamos, ni nos cuidamos, solo para vengarnos del esposo o la esposa. En algunos matrimonios los dos han sido desilusionados tantas veces que el matrimonio parece una batalla. En tales batallas no hay ganadores.
- Puede que busquemos un sustituto. Susana, casada diez años, había sido profundamente lastimada por la infidelidad sexual de su esposo. Ya no podia confiar en él, pero deseaba alguien en quien sí podría confiar. Se hizo vulnerable a las promesas vacías de otro hombre. Como pueden imaginar, él la lastimó aún más profundamente.
- Puede que desarrollemos falta de seguridad. La confianza es la fundación de todo matrimonio sano. Cuando esa fundación se deshace, también se deshace la confianza. Sin confianza, y con falta de seguridad, la intimidad llega a ser imposible.
- Puede que experimentemos la depresión. ¿Por qué tanta gente se sienta solos en cantinas oscuras por horas, escuchando cantos tristes acerca de amor roto? Muchos son deprimidos, víctimas de la infidelidad.
Recuerdan spondere , la palabra en el latín que nos dio la palabra cónyuge? Otra palabra también viene de la misma raíz: desanimado. Desanimado significa sin promesa o sin esperanza. Todos tenemos amigos que se casaron con grandes esperanzas de un futuro feliz, estable y seguro. Sin embargo, sus esperanzas se volvieron en desánimo cuando sus cónyuges traicionaron su confianza.
Tal vez estas consecuencias de confianza rota describen su matrimonio. Si es así, ¿pueden restaurar la confianza, y con esa confianza, la intimidad? Sí pueden, pero con mucho trabajo y paciencia. Normalmente traiciones más profundas de confianza y el hecho de fallar vez tras vez requieren más tiempo para restaurar. ¿Cómo podemos restaurar la confianza? Consideren estas cualidad de la restauración productiva:
Toda restauración comienza con honestidad
Tenemos que honestamente aceptar nuestra responsabilidad de haber roto promesas y traicionado la confianza de nuestra pareja.
Serena y Jasón tuvieron un buen matrimonio, o por lo menos así parecía a todos los que los conocían. Entonces, fue un golpe grande cuando llegaron a hablarnos acerca de una brecha seria de confianza. Serena estaba teniendo una aventura.
Al hablar con ellos, Serena seguía racionalizando su comportamiento, diciendo que aunque su relación con el otro hombre era mala, su esposo en verdad fue la razón por hacerlo. Él no tomaba tiempo para hacerla sentir especial. El otro hombre sílo hacía.
Con ternura, pero también con firmeza, explicamos que no podía usar la deficiencia de su esposo como excusa por su infidelidad. Después de dos horas de discusión, ella por fin llegó a la honestidad que siempre es el primer paso a la restauración.
Toda restauración requiere perdó
No confundan perdón con confianza. Puede perdonar a alguien aunque no confíe en él o ella. Pero el perdonar demuestra que usted quiere ver la confianza y la fidelidad restaurada.
Toda restauración requiere demostración consistente de fidelidad
El que ha traicionado la confianza tiene que a fuerzas aceptar, aún dar la bienvenida, a escrutinio cuidadoso por un tiempo. Al hacerlo, está demostrando un deseo serio de restaurar la relación. En esencia, la persona culpable está diciendo, “Quiero su confianza tanto que estoy dispuesto a ser vigilado”.
Toda restauración tiene que ser libre del deseo de castigar
Es una cosa insistir en responsabilidad, es otra usarla para castigar a la otra persona. Recuerden cuál es la meta: reconstruyendo y restaurando la relación. El castigar a la pareja no ayuda a llegar a esa meta. Tal vez nos haga sentir bien vengarnos del que nos ha lastimado, pero no ayuda en restaurar nuestro matrimonio.
Toda restauración debe lleva a un entendimiento mejor
. . . Un entendimiento mejor de su matrimonio, de su cónyuge, y de usted mismo. En otras palabras,aprendemos de esta experiencia. Las cosas nunca estarán igual después de una traición tan grande, pero sí podemos, de maneras significativas, llegar a ser mejor.
Toda restauración toma tiempo
No debe tratar de apurarlo, y no deje que la impaciencia le robe de un buen resultado. Muchas parejas se dan por vencido demasiado temprano. Espera por pequeñas mejoras, deshielo gradual, la apariencia de nuevas plantitas en el jardín de su matrimonio. Ha sido invierno por mucho tiempo, pero está en camino la primavera.
Misericordia mutua
Una cualidad de la restauración que junta todas las piezas y las mantiene en un balance es lamisericordia mutual. Misericordia no es una palabra popular en estos días, pero es verdaderamente esencial para llegar a tener una relación saludable y sana.
Misericordia significa que no tratamos los unos a los otros como merecemos, sino que mejor de lo que merecemos. Todos los humanos la necesitan, y necesitamos extenderla a otros. Para comprobar esto, solo necesitamos pensar en cuán a menudo oímos a la gente, incluyendo a nosotros mismos, decir, “Solo soy humano”. ¡Como si alguien pudiera pensar por un momento que somos otra cosa! Porque los humanos cometen errores y viven vidas imperfectas, necesitamos ser misericordiosos los unos con los otros, especialmente cuando estamos reconstruyendo una relación rota. Misericordia no quita la responsabilidad. Misericordia simplemente trata al otro de la manera que nosotros quisiéramos que nos trataran.
El poder de alfarero
En la Biblia, Jeremías el profeta fue al alfarero para aprender una lección objetiva acerca de la restauración. Al formar el barro, se echó a perder, y el barro medio formado se deshizo en la rueda. ¿Echó el alfarero a la basura ese pedazo de barro destruido? No, de ninguna manera. Todavía tenía potencial grande ese pedazo de barro, y el alfarero sabía cómo formarlo bien. Formó otra vajilla, una diferente, pero aún hermoso. (Vean Jeremías 18)
Dios es como ese alfarero. Puede tomar las ruinas de su matrimonio y hacer algo hermoso de ellas. Pongan sus vidas y su matrimonio en sus manos. Cooperen con él por creer y seguir su Palabra. Al trabajar con Dios, un milagro sucederá en su matrimonio.
Piensen, actúen, oren:
Sonó el timbre de la casa. Abriendo la puerta vimos nuestra amiga, Madelina, sus ojos rojos por haber estado llorando. “He ido a un abogado,” nos dijo, “Estoy divorciando mi esposo. Él está teniendo una aventura. Todos los de nuestra comunidad lo saben. ¡Ya no aguanto más!
1. ¿Tiene derecho Madelina de divorciar a su esposo?
2. ¿Hay otro camino que pudiera tomar?
3. Si Madelina y su esposo deciden reconstruir su matrimonio, ¿cuáles pasos tendrán que tomar cada uno de ellos?