Alan y María han estado casados por diez años. El mayor tiempo de su matrimonio, ni uno ni el otro se ha sentido feliz ni satisfecho. Parecen los dos ser presos por una rutina sin gozo. Su matrimonio no es malo en sí, pero ha perdido su fuerza, igual como una Coca Cola que ha perdido el gas. Aguantan su matrimonio, como uno aguanta un cuarto oscuro en un día lluvioso. Parece haberse ido por siempre la luz del sol en su matrimonio.
No siempre fue así. Los primeros años de su matrimonio estaban llenos de retos y adversidades, pero siempre encontraban maneras de disfrutar de su matrimonio. Pero ahora no. No pueden recordar la última vez que disfrutaron de una buena risa. Poco a poco su matrimonio ha llegado a ser más deprimente y menos deleitoso.
Alan y María no tienen un matrimonio exactamente malo, solo uno aburrido.
En algunas partes del oeste de los Estados Unidos, y en la mayoría del interior despoblado de Australia, uno puede manejar por miles de kilómetros, en carreteras perfectamente derechas, por medio de un paisaje sin nada de interés. No hay nada inesperado, nada interesante, nada, solo usted, el carro y la carretera largísima. Después de unos miles de kilómetros comienza a ansiar algo, cualquier cosa, diferente y emocionante. Esto es precisamente lo que sienten Alan y María acerca de su relación.|
Un poeta griego (quien por coincidencia tiene el mismo apellido que nosotros) escribió estas palabras en 1908:
A un día monótono otro monótono, invariable sigue:
Pasarán las mismas cosas, volverán a pasar –
Los mismos instantes nos hallan y nos dejan.
Un mes pasa y trae otro mes.
Lo que viene uno fácilmente lo adivina:
Son aquellas mismas cosas fastidiosas de ayer.
Y llega el mañana ya a no parecer mañana.
– Constantine Cavafy, 1908 (Traducido del griego)
Muchos esposos dicen que las palabras de Cavafy describen exactamente lo que sienten acerca de su matrimonio. Es una vida sin mañanas verdaderas.
La monotonía lleva a la apatía, ese sentido peligroso en donde ninguno de los dos puede desquitar el aburrimiento. Esposo y esposa se sienten atrapados. Como un velero al pairo en el océano vasto y vacío, sin brisas para ondular las velas y refrescar a los marineros.
Apatía es solo un peligro de la monotonía. Monotonía en el matrimonio también puede llevar a infidelidad. Por favor entiendan. Nunca, ni nunca justifico infidelidad, no importa la causa. Pero a la vez, podemos hacer algo para prevenirlo, ¿no es así? Manteniendo nuestros matrimonios agradables, y siendo agradables nosotros mismos, trae nueva frescura cada día.
Pon Viento a Sus Velas
Para muchos marineros, el estancamiento es peor que las tormentas. Los dos tienen sus peligros, pero en el estancamiento, no hay ni un suspiro de viento para mover el barco y refrescar la tripulación. Se pierden los estribos, y muere la esperanza. Lo mismo ocurre en matrimonios monótonos.
Pero hay una diferencia vital entre la navegación de un barco y un matrimonio. El marinero no puede fabricar viento para amover su barco, pero cualquier pareja puede romper la monotonía y hacer deleitoso su matrimonio. Aquí hay algunas ideas para dar arranque:
¡Celebren!
Muchas parejas piensan que celebrar es opcional, pero en verdad es esencial.
Cuando Dios llamó a los israelitas para que fueran pueblo suyo, estableció tiempos de celebración por el ritmo del año. Estas celebraciones fueron puntos de enfoque para refrescarles. Usted puede hacer lo mismo en su matrimonio. Celebre su aniversario cada año. Celebre cumpleaños, dé gracias el uno por el otro. Regocíjense en sus logros, en el cumplimiento de algo especial, en solo su supervivencia. Pero nunca se endeuden para celebran. Siempre celebren con lo que tienen, pero a la vez, siempre calculen algo en su presupuesto de dinero y tiempo para divertirse juntos.
Desarrollen una Perspectiva Gozosa y Positiva
¿Recuerdan a Pancho de Plaza Sésamo? Es un gruñón, que vive, apropiadamente, en un bote de basura. ¿Es usted así? ¿Ha perdido su gozo? ¿Ha llegado a ser uno que se queja constantemente? Pida a Dios que arregle su corazón, que restaure su gozo. Deja atrás a las quejas, salga del bote de basura, y disfrute de la vida con su querido(a).
Sorpréndanse el Uno al Otro
Recuerden que las sorpresas no les deben endeudar o exigir demasiado de su presupuesto. Puede ser algo tan simple como una llamada telefónica, o una flor. O puede ser algo más elaborado, pero a la vez, no costoso. La planeación e imaginación no cuestan nada, pero pueden llevar a unas sorpresas muy deleitosas.
Katy había corrido de un lado al otro todo el día. Era uno de esos días que parecía maratón y le sacó todo el jugo. Su esposo (que por suerte estaba en casa ese día) decidió planear una sorpresa agradable para ella. Llenó la tina del baño con candelas, puso al lado de la tina un CD con música agradable, y compró una espuma de baño, no cara pero vigorizante. Hizo un letrero que decía “Centro de terapia para una mamá muerta” y la puso en la puerta. Cuando ella llegó a casa después de sus mil mandados, la escoltó al baño y le dijo que tomara el tiempo que deseara. ¡A Katy le encantó! Costo total: Cinco dólares. Valor total: ¡Sin medida!
Ahorre Algo de Dinero para Placeres Especiales
Para nosotros, nuestro placer favorito es el helado. No necesitamos mucho; con solo una bola estamos satisfechos. ¡Creemos definitivamente que el helado bueno es un regalo glorioso de un creador que nos ama tanto! Un placer especial, sea cual sea, puede proveer un momento de relajamiento y frescura para los dos. Tal vez en compartirlo, encontrarán una o dos sonrisas perdidas, o ¡tal vez hasta una carcajada!
¿Les ayudarán estas ideas a arreglar los problemas más profundos de su matrimonio? Seguramente que no, por lo menos no solas. Pero les traerán momentos de refrescura. Y después es muy posible que lo encuentren más fácil atacar los problemas más profundos.
Ahora, se van a dar cuenta que no hay nada acerca del sexo en esta sección donde estamos hablando de deleite. La razón por esto es que es importante para nosotros desarrollar deleite y gozo en nuestros matrimonios aparte del sexo. Un matrimonio deleitoso es mucho más que el sexo, y sin los otros gozos, el ¡Sí! del sexo llega a ser el ¡O, no! del sexo.
¿Deleite? Un Evaluación Pequeña
Conteste cada pregunta con Si o No. Conteste honestamente. Si es usted especialmente valiente, ¡pida a su cónyuge que juntos hagan la evaluación, examinando el uno al otro!
1. No recuerdo la última vez que mi cónyuge y yo reímos juntos.
2. Mis amigos a menudo me dicen que me tomo demasiado seriamente.
3. Frecuentemente olvido los cumpleaños y aniversarios.
4. No recuerdo la última vez que dí una pequeña sorpresa agradable a mi esposo o esposa.
5. Soy más encantador(a) con otros que con mi propio cónyuge.
6. Mi voz ha desarrollado un filo, semejante a un cuchillo.
7. He llegado a ser regañador (regañadora).
8. He llegado a ser abusón (abusona).
9. Frecuentemente me oigo quejándome.
Si ha contestado más con Si que con No, es una persona poco agradable. Tal vez está bajo mucha presión también. ¿Puede encontrar la manera de darles un escape a sí mismo, y a los demás?
Piensen, actúen, oren
1. ¿Cuáles son algunas maneras específicas que puedo hacer más deleitoso a mí mismo y a mi matrimonio?
2. ¿Por qué olvido hacer deleitoso mi matrimonio? ¿Qué puedo hacer para recordar?
La Falacia de una Vida Sin Estrés
Admitámoslo, la vida está llena de estreses. Pero aunque así es, hay estreses que se pueden evitar. Reduciendo la cantidad de estrés en el matrimonio puede hacer de cualquier matrimonio uno de deleite, aún en circunstancias difíciles.
En este ejercicio, piense en la diferencia entre estrés que se puede y el que no se puede evitar. Tome una hoja y haga tres columnas. Llame la primera columna Estreses. En esta columna haga una lista de los estreses de su vida. Ahora llame la segunda columna ¿Evitables o no? Para cada estrés marque si es evitable o si no lo es. Ahora llame la tercera columna, ¿Qué podemos hacer? Piense en maneras de evitar o reducir cada estrés. Por ejemplo, es estresante tener que levantarse muy temprano para ir al trabajo. Pero eso es inevitable. Hay que hacerlo, ¡especialmente si quiere comer o pagar la luz! Puede reducir el estrés por sacar la ropa a ponerse al día siguiente, o aún puede levantarse unos quince minutos más temprano. Esa es la idea.