Me maravillo de que los expertos en el tema del matrimonio no hablan más de confianza. Hablan de compatibilidad, aún administran perfiles de personalidad para ayudar a parejas ver si combinan. Eso es bueno, es de mucho valor. Pero si el intento del matrimonio es construir y mantener una relación íntima única, entonces no hay nada más importante que la confianza. No desarrollamos intimidad con alguien en quien no confiamos. Es más, la profundidad de nuestra intimidad estará en directa proporción a la profundidad de nuestra confianza.
Diane y yo nos conocimos en la universidad y nos casamos inmediatamente después de nuestra graduación. Los dos pensamos que estábamos haciendo una buena elección, pero yo quería saber si había una cualidad acerca de mí (¡además de ser guapo!) que le daba a Diane confianza en mí para casarse conmigo. Entonces, un día le pregunté por qué se había casado conmigo.
Hemos hecho esta misma pregunta a muchas parejas durante consejería. Algunas respuestas comunes: “Me enamoré perdidamente de él”. “Ella fue exactamente lo que quería”. “Bueno, parecía bueno hacerlo”. “Oré y Dios me mostró que él era el hombre para mí”. “No sé”.
Diane tuvo una respuesta diferente, una que no hemos oído de mucha gente. Diane dijo que se casó conmigo porque sabía que podía confiar en mí. Para Diane, esta era el meollo del tema. Sí, ella pensaba que estábamos compatibles. Se gozaba de mi compañía. Se sentía bien cuando estaba conmigo. Le gustaba como trataba a sus padres, y sin duda se enamoró perdidamente de mí un poco. Pero era confianza en mí que le importaba más que nada.
Su respuesta me llevó a otra pregunta. “¿Por qué sabías que podías confiar en mí?” Diane me dijo que sabía que podía confiar en mí porque honraba yo a Dios. “Yo sé que no eres perfecto, Mike,” me dijo, “pero también sé que cuando Dios habla, tú le escuchas.”
Espero que eso siempre haya sido la verdad. En los treinta-tres años de matrimonio sí hemos tenido muchas oportunidades para confiar el uno en el otro y ganarnos la confianza. El meollo de nuestra confianza es nuestro deseo mutuo de honrar a Dios en nuestras elecciones y decisiones.
Sometiendo nuestras voluntades a Dios es la mayor manera de desarrollar el meollo de confianza en nuestros matrimonies. Cuando honro a Dios, hago promesas con cuidad y cumplo con las promesas que hago. Eso es un punto importante Algunas personas hacen promesas sin ninguna intensión de cumplirlas. Juran su lealtad para ganar aceptación o para conseguir algo que quieren. Para hacerles prometer es solo para conseguir lo que desean, entonces es una mentira. ¿Promesas? Ellos dicen que sólo son unas palabras que se dice en una ceremonia, no promesas para cumplir.
Serios cumplidores de promesas
Las palabras son como gente: algunos le gustan, otros ama, y a algunos simplemente no entiende para nada. La palabra cónyuge (spouse en inglés) siempre ha sido ese tipo de palabra para mí. No me gusta. Me caía tan mal la palabra que por muchos años no la usaba ni en artículos ni en seminarios.
Como algunas personas que le parecen desagradables, una palabra puede llegar a ser su amigo cuando la entiende. Eso me pasó cuando descubrí el linaje de la palabra cónyuge. Su padre era una palabra en latín, spondere, y esa palabra está llena de significado. Spondere significa una promesa solemne. Entonces un cónyuge (spouse) es alguien que solemnemente promete a amar y honrar su compañero o compañera matrimonial.
Dos palabras más comparten el mismo ancestro: responder bien (responsive) y responsable. Cuando se usan juntos, estas palabras nos pintan un cuadro grandioso. Un cónyuge promete tanto responder bien y ser responsable a su pareja por sus acciones. En otras palabras, un buen cónyuge impulsa confianza por su fidelidad.
¿Le es difícil confiar en su cónyuge?
Aún con un cónyuge digno de confianza, algunos tenemos problemas confiando. Yo, por ejemplo. Por años se me dificultaba confiar en mi esposa acerca del dinero. Fue difícil para Diane, porque ella es muy responsable y no merecía mi desconfianza. Mi actitud frecuentemente causaba tensión. Pero yo justificaba mi contabilidad excesiva, diciendo que el cuidado al dinero era la razón. Pero en verdad, lo que me controlaba era el temor, un temor que si no controlaba cada centavo, no tendríamos lo suficiente.
El cambio comenzó cuando ya cesé de justificar mi comportamiento y admití mi necesidad de la ayuda de Dios. Diane oró por mí y confiaba en Dios que me ayudaría a vencer mis temores. No demandó cambio en mí. Aún se adaptó a mi debilidad. Con el tiempo, y con la ayuda de Dios y la paciencia de Diane, ese miedo que me controlaba perdió su poder sobre mí, hasta estar libre para confiar.
Entonces, ¿por qué es difícil confiar? Nuestro trasfondo y crianza puede ser una razón. Por ejemplo, puede ser que usted haya crecido en un hogar con padres que no fueron fieles el uno con el otro. Ese ejemplo puede condicionarle a esperar lo mismo de su cónyuge, o por lo menos hacerle vivir con el temor de infidelidad. Temor siempre causa algo de tensión.
Un niñito estaba caminando con su padre. Llegaron a un lugar donde había una pared más alta que el niño. El padre lo levantó, lo paró en la pared y le dijo que brincara. “Yo te agarro,” le promete. Pero al brincar el niño, el padre se hace a un lado y lo deja caer. El niño, al quedarse en el piso llorando, se pregunta por qué su padrese hizo a un lado y lo dejó caer. Su padre le dice, “Hijo, que eso sea una lección para ti a nunca confíes en nadie.”
Esa es una historia verídica. Ese niño creció manipulando y controlando a la gente, pero nunca confiando en nadie. Como pueden imaginar, nunca desarrolló verdadera intimidad con nadie. Como una piedra movediza, sigue moviendo de una relación a otra. Nunca puede confiar, solo teme la traición inevitable.
También es posible que algún amigo o pariente, pensando ayudarle, le dijera que eventualmente todos engañan. . . ¡especialmente los hombres! Agrega a eso todos los matrimonios arruinados de los cuales oye. Y a eso revuelve algunos ejemplos horrible de los medios de comunicación, y usted tiene una receta para el temor. Su esposo o esposa tal vez le ame a usted exclusivamente, pero sus temores dominan. La sospecha impregna su mente como un mal olor que no se quita.
Cualquiera que sea la causa de sus temores, el resultado normal es un deseo por control excesivo. Usted quiere saber donde va cada centavo, dónde ha estado su cónyuge cada momento de su vida. Se enoja cuando él o ella desea gastar algo más o si llega a casa tarde. Cree que todos los hombres o las mujeres quieres robar su cónyuge. Vive en la miseria y su cónyuge también.
No es fácil llegar a ser confiable, o aprender a confiar. Pero su relación personal con Dios, por medio de Jesucristo, le volverá en una persona fiel y confiable, y le traerá sanidad de las desilusiones de su pasado.
Dios ha estado entregando a gente de sus miedos para generaciones. Dígale que usted sabe que sus miedos son desrazonables, pero que usted no tiene la energía de cambiar. Pida que él le ayude a saber la verdad, porque cuando usted lo hace, los miedos morirán. Las tensiones disminuirán, y la seguridad relajante crecerá donde el miedo gobernó una vez.
Piensen, actúen, oren
1. ¿Qué ha hecho su cónyuge en el pasado que le ayuda a confiar en él o ella?
2. ¿Qué ha hecho su cónyuge que hace que le cueste confiar en él o ella?
3. Si no está confiando en alguien es en verdad merecedor de confianza, tal vez está creyendo en una mentira. ¿Cuál es la mentira que está creyendo? ¿Cuál es la verdad?
La importancia de ser sumisos a Dios
Una vez me hospedé en el hogar de un hombre de negocios joven y exitoso. Comenzó con una empresa pequeña, pero creció rápidamente. Desafortunadamente, su compromiso a Cristo se marchitó de igual manera. Un día su esposa me habló en privado. “Me preocupo por mi esposo,” dijo. “Antes oraba y leía su Biblia lo primero de la mañana. Ahora ya no. Cuando despierta, lo primero que quiere ver es el reporte del mercado de valores. Especula en el mercado día y noche.” También me habló acerca de un sueño que tuvo. Vió una serpiente pitón entrar a su casa, y comenzar a envolver a sus hijos, y comenzar a apretarlos. Me dijo que esa serpiente representaba el amor al dinero que tenía su esposo y que estaba estrangulando a su familia.
4. Si usted tuviera un sueño así donde una serpiente estuviera estrangulando su matrimonio, ¿qué sería el nombre de la serpiente?